Comprometidos Con Una Actitud de Confianza, Gratitud y Obediencia
Somos cristianos evangélicos, cuyo propósito cardinal está muy claro: glorificar al Señor y así gozar de él para siempre. Estamos completamente comprometidos con la enseñanza de la sana doctrina y los reales fundamentos bíblicos que cimentan nuestra fe.Creemos al 100% que la razón por la cual el hombre fue creado y puesto por su creador sobre la tierra se determina con un objetivo que fue perfectamente decretado por su autor (Dios), al cual el hombre está llamado a que sujetar todas sus actividades. Por ejemplo; él es santo y como tal nos insta a vivir en santidad.
Creemos que todo hombre o mujer que en verdad se sienta imitador de Jesucristo tiene que priorizar varias actividades, y ellas son: darle la gloria exclusiva y gozar a ciencia cierta de él. Esto únicamente es posible actuando bajo la cobertura de su santísima palabra (la Biblia) y la presencia ministradora de su Espíritu Santo.
Sabemos que el pueblo cristiano no constituye una comunidad perfecta, más bien una regenerada por la libre gracia de Dios para dar gracias a él por su elección incondicional que tuvo con nosotros desde antes de la fundación del mundo, los creyentes nos gozamos en nuestras debilidades porque el Espíritu Santo nos redarguye, nos instruye y nos guía a toda verdad y justicia, aun cuando nos encontramos en medio de cualquier dificultad.
Somos realistas cuando afirmamos que Dios no solamente es el único, sino que también es soberano en su totalidad. Y esta soberanía es tan básica como la matemática elemental de 1+2=3 en todo lo que se refiere a lo existente y aún, a lo desconocido.
Creemos que la cristiandad moderna, que actúa sin tener una perspectiva clara de su soberanía absoluta muestra aplicar una fe que apenas vale el nombre del cristianismo histórico, y que por tal motivo hace falta de más obreros que como buenos soldados de Jesucristo se encarguen de promover los verdaderos valores de la vida cristiana.
Como cristianos no estamos llamados a improvisar, sino que nos ajustamos a los estándares de fe basados en lo que consideramos sana doctrina y prácticas que tienen su fundamento en Jesucristo y el testimonio apostólico, según se encuentra en las sagradas escrituras.
Como fieles seguidores de nuestro Señor Jesucristo afirmamos con actitud de confianza, gratitud y obediencia que nuestra más grande felicidad no está, ni nunca podrá estar en las cosas del mundo por buenas y legítimas que sean (casi siempre solamente son apariencia): sino en Dios mismo y todo lo que concierne a la eternidad.
Si estamos gestionando este sitio en Internet es por la vocación que el mismo Señor nos ha permitido tener. Tal vocación, privilegio y responsabilidad infunde dignidad en nosotros, nos orienta hacia fines dignos y tenemos conciencia de cumplir con el propósito para el cual fuimos creados: glorificar a Dios.
La verdadera iglesia de Dios está llamada a ser santa, viviendo y predicando la sana doctrina. Desde "Dios, Jesucristo y Su Evangelio" ¡es lo que pretendemos hacer!