Hoy me animo a compartir un artículo que es casi como un estudio bíblico sobre el tema, lo hago de un blog amigo que escribe contenidos de muy buena calidad sobre esta temática y espero que permanezca de esa forma (no tenemos nada en contra de la publicidad, pero los blogs cristianos y más si hablan de sana doctrina se ven mucho mejor sin ella). Espero les guste y sea de edificación.
Como el Barro En Manos del Alfarero Deja Que Dios dé Forma A Tu Vida
Para vivir una verdadera vida en santidad, una que perdure por los siglos de los siglos (por la eternidad) en presencia de Dios, debemos siempre estar en las manos de nuestro Señor y dejar que él sea quien nos forme tal y como lo hace el alfarero al trabajar con el barro.
Las manos de Dios son santas y todo lo que es depositado en ellas por obligación se convierte en santo, algo puro sin ningún tipo de manchas, pero este es todo un proceso de transformación por el que muchos llamados "hijos de Dios" no queremos pasar.
Es un proceso doloroso y cuyos verdaderos resultados se verán justo cuando tengamos nuestro encuentro con el padre celestial y será ese el preciso momento en que en verdad podremos ver cuanto vale la pena estar en manos de Dios.
Como el Barro En Manos del Alfarero Jeremías 18
Como el barro en manos del alfarero Jeremías 18, sin lugar a dudas que este es un pasaje bíblico de hermoso colorido el cual nos enseña analógicamente esta gran verdad: que así de la misma forma en que un alfarero moldea y da nueva forma a una vasija de barro en sus manos, el Señor (nuestro Dios) él también puede volver a moldearnos a nosotros con sus santas manos.
Es este punto es de vital importancia señalar (algo que siempre debemos tener presente, nunca olvidarlo), no importa la gravedad de lo que hayamos hecho en el pasado, Dios tiene suficiente poder, amor y misericordia para moldear nuestras vidas en una vasija de utilidad. Sí en las manos de Dios quien es nuestro alfarero podemos ser útiles por medio del proceso de santificación.
Recordemos Que Dios Es el Alfarero y Nosotros el Barro
La biblia dice en Isa 64:8 "Mas ahora, oh Señor, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros". Si depositas tu vida en manos de Dios, si en verdad te sometes a su voluntad, podrás vivir una vida en santidad y tendrás seguro un lugar en su reino, ya que sin santidad nadie le verá.
Recordando las palabras del hermano Santiago, no debemos de temer el actuar y emprender nuevos proyectos, ya que el que nos está moldeando es Dios, pero de igual forma no diciendo que haremos tal o cual cosa, sino más bien siempre diciendo que "si Dios quiere". Es una manera de declarar que estamos sujetos a su voluntad, la gran ventaja es que esta voluntad de Dios, siempre es para nuestro bien.
En muchas ocasiones no podemos entender la voluntad del Señor, no es nuestro trabajo entender, sino obedecer. Si de algo estoy completamente seguro es que si estamos en sus manos, el resultado final tiene que ser algo que sea de gran utilidad. ¡No se puede esperar menos de una vasija que sea moldeada estrictamente de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios!
Como hombres y mujeres de carne y hueso, nosotros tenemos muchos problemas, un buen número de deficiencias. Recordemos lo que fue de nosotros antes de conocer a Dios y poner nuestras vidas en sus manos, nuestras vidas pasadas (si me incluyo por ser la verdad) están llenas de muchos fracasos y pecados.
Al tener esta naturaleza humana, solemos ser arrastrado por el lodo de las distintas veredas de una vida sin Dios; Pero la gran verdad que debemos recordar es que cuando Dios nos toma de nuevo como barro en sus manos, él nos vuelve a formar y moldear de acuerdo a su propósito y su voluntad. Solamente tenemos que tener fe y mantenernos con el alimento espiritual que son: la biblia, el ayuno y la oración, pero recordando siempre que la fe sin obras es muerta.
Sin ser psicólogo, te puede decir que todos tenemos momentos en la vida en que nos sentimos sin valor. Quién no se ha sentido de alguna manera quebrado por las consecuencias de sus errores y deficiencias. Ese es el punto en que de verdad vale la pena recordar que Dios puede y quiere volver a juntarnos, pegarnos y re-moldearnos hasta hacer de nosotros algo hermoso y de gran utilidad en sus poderosas y amorosas manos. Para ello te da dones y talentos para bendecir a otros.
Nada es imposible para Dios: Jeremías 32:27 "He aquí, yo soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?"
Qué Dios te bendiga, comenta y comparte la publicación y siempre recuerda que: tu vida está segura en las manos de Dios quien es nuestro alfarero.