La seguridad: dónde y en quién encontrarla. No es por hablar, lo decimos por experiencia, tanto que te puedo decir que esta publicación es una de tantas que he necesitado para mí mismo, para recordar que en todo momento Dios mete su mano por mí. Los problemas de la cotidianidad y los que nos buscamos nosotros mismo son el mejor testigo de la protección de nuestro padre amado.
La Inseguridad del Mundo En Que Vivimos
Es mucho lo que se habla hoy en día del mundo en que vivimos. Nos olvidamos de que la seguridad únicamente está en Jesucristo, pero los cristianos de todos los siglos han sabido esto, sí, los creyentes de los primeros siglos también supieron lo que era la inseguridad del mundo y la seguridad de Dios.
Si buscamos en la historia podemos encontrar que un cristiano que vivió en el tercer siglo de nuestra era cuenta que cuando era perseguido por los soldados del emperador romano se fugó a unos escarpados montes donde lo encontraron. ¿Qué pasó con él?
Creyendo que había llegado su fin, se metió en una cueva a meditar. Desde dentro miró hacia la pequeña abertura por donde había pasado, y vio como unas grandes arañas estaban tejiendo su tela, lo cual hicieron con tan gran habilidad y rapidez que en pocos minutos quedó la entrada de la cueva cubierta.
Como Dios Protege A Sus Hijos En Todo Tiempo
No tenemos ninguna duda de lo grande que es Dios, de las distintas maneras de protegernos y todo gracias a su amor por nosotros.
La siguiente parte de este relato es sorprendente: No tardaron los soldados en llegar y cuando uno sacó su espada para cortar la tela de araña, su capitán le dijo:
"Tonto, no ves que por aquí no ha pasado nadie desde hace tiempo? No perdamos el tiempo aquí, y se fueron".
Años después, este cristiano testifica acerca de su milagroso escape, y escribió: "Donde Dios está una tela de araña es un muro, y donde él no está, un muro es como una tela de araña".
No Existe Seguridad Sin Dios, Él Es Quien Te Cuida
Aparte de Dios, en último término no existe seguridad: "Dios es nuestro amparo y fortaleza" (Salmos 46: 1-3). La seguridad del cristiano no es un simple amuleto o estatuilla pendiente del cuello, sino que es "la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".
Amigo (a), ven a Cristo, Confiésale tus pecados a él y recíbelo en tu corazón. Así que arrepentíos y convertíos (Hechos 3:19). Ven a Cristo para que tengas la seguridad de la salvación de tu alma.
Repite la siguiente oración: "Señor Jesucristo, te acepto como Señor y Salvador de mi vida, perdona mis pecados. Me arrepiento, inscribe mi nombre en el libro de la vida". Amén.
Recuerda que debemos cumplir ciertas condiciones para ser en verdad Hijos de Dios, que sin santidad nadie le verá, no pienses como muchos, en: santidad en Semana Santa, es para toda la vida y mejor que eso, es para toda una eternidad con Dios.
Tu Vida Está Segura En Manos de Dios, Vívela En Santidad y ¡Será Por La Eternidad!